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“Se llega después a la corta Praja di Vagnamari, donde mana la pequeña fuente cuya agua se usa para los tiñosos. La fuente se halla a la derecha a los pies del yacimiento de piedra toba estratificada horizontalmente.
Un poco más y se llega al faro, donde estaba en otro tiempo la pequeño capilla de San Jacopo (p.158). El faro es una pequeña edificación cuadrangular, con una terraza semicircular provista de un banco en la parte delantera, y que domina las rocas de la caída inferior.
La hexagonal y sencilla lámpara de reverbero, con una cubierta de cobre y rojos cristales, se ha de alzar mediante un engranaje entre dos barras de hierro en medio de la edificación (p.159)”.
En el Pignataru hay cinco amarres y una boya, la cual ha sido puesta por el gobierno para substituir a otra que fue destrozada durante una tormenta. Igual que se ha hecho esto, esperamos que también pronto se haga realidad la edificación del puerto proyectada desde hace años”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
En primer lugar al llegar al Pignataro observamos como las rocas de la montaña en la que se halla el faro han sido eliminadas con el fin de construir una carretera que ahora une Lípari, Pignataro y Canetto.
La playa ya no existe tal como antes, aunque en algunas zonas, como en frente del Bar Giovanazzo se mantiene en parte. La construcción del puerto ha hecho desaparecer el resto; sobre todo en la parte derecha de la antigua cala, sobre la que asimismo se ha situado el espigón.
El Puerto de Pignataro es un excelente lugar, convenientemente protegido, para amarrar los barcos.
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