“Una pequeña casa situada en la zona de la bahía de oro, medio escondida entre una parra y calabaceros que cuelgan como elegantes carpas, es el rincón más encantador de esa zona.
A los pies de la casa hay un pequeño pontón, donde pueden amarrar barcos protegidos por algunas piedras alineadas. Es un rincón silencioso y triste en la costa rocosa donde se ha construido un pequeño baño a la sombra de algunos árboles que cuelgan sobre el mar.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Feuilles volantes d’Abazia, P. Ollendorf, Paris, 1887
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