"Siguiendo por el Carrer de la Seu, formado por cinco escaleras, cada una de las cuales tiene doce escalones, con rellanos irregulares que, a veces, son rampas, se llega al Carrer del Palau, que por una parte termina en la plaza de la Catedral y por otra en la de Cort. Es una de las calles más anchas de Palma y los edificios son todos modernos. Las casas de la izquierda están edificadas sobre el solar que ocupa el antiguo convento de Sant Domingo y forman un pórtico de cuarenta y dos arcos. A la derecha está el edificio elegante del Banco, todo de piedra de calidad y cuyo patio es lujoso.
En la misma bocacalle del Carrer del Palau y antes de entrar en la Plaça de Cort se encuentra la antigua Casa de Cort, que había sido cárcel y hoy sede de la Diputación Provincial. Su patio es espaciosos, pero desprovisto de toda ornamentación. En la Plaça de Cort el edificio principal es el Ayuntamiento, y es dicha plaza confluencia de las calles más importantes de la ciudad. Por un lado se une con la Placeta de les Copinyes, por otra con el Carrer de la Cadena y enfrente de la Casa Consistorial está el Carrer d’Odon Colom.
El Carrer de la Cadena es corto y de casas nuevas y lleva a la plaza irregular de Santa Eulàlia, que tiene una longitud de 170 pasos, donde se levanta la iglesia de su mismo nombre.
Si consideramos como límite de este distrito el Carrer d’En Morey, comprobaremos que este está atravesado por gran número de calles transversales. La primera que se encuentra es el Carrer de l’Almudaina, que, casi en su misma entrada, conserva la Porta de l’Almudaina, un resto de la fortificación arábiga. En esta calle hay una serie de palacios: a la derecha, nº11, la casa Villalonga, con dos hermosas ventanas renacentistas en su entresuelo que ostentan escudos en el sobredintel y bien obradas columnillas en las jambas.
Las anchas y grandes hojas de algunos bananos dan sombra al patio. En la escalera, que es muy sencilla, un bajo relieve indica el año 1554. Inmediata a esta casa está la perteneciente a la familia Truyols, con su gran alero. Un par de pasos más y se encuentra, a la izquierda, la casa Oleo, nº8, con un ancho patio y una preciosa escalera antigua, con diez paneles, exornados por rosetones circulares de calados ojivales. La meseta superior de la escalera va protegida por un techo, velada, antiguo, con artesón de casetones. En el arco del zaguán existe un capitel muy característico con una rueda de campanas; en el patio, dis ventanas góticas y en medio de otras dos una gran ventana de estilo Renacimiento.
Siguiendo hacia abajo volvemos al Carrer del Palau, en el que desemboca el Carrer de Sant Sebastià, de casas modernas. Formando un ángulo, la casa del Sr. Llompart, ya en el Carrer de Sant Roc, con un par de arcadas, brocal de cisterna y velada en la parte superior de la escalera; a la izquierda, la casa nº9 con un alero saledizo. El patio es pequeño con la velada usual. En la esquina del Carrer de Sant Roc y del Estudi General está el edificio del antiguo Estudi General; sobre el portal redondo, sencillo, hay un relieve con genios que rodean de orlas los escudos de la vieja universidad.
El Carrer de l’Estudi General termina en el de l’Almudaina, no lejos del arco de este nombre. Si se entra en el de Zanglada por este punto, se encuentra a la derecha, una casa grande, de los Comasema, con zaguán con arcadas y gran velada; a la izquierda hay otra casa, más sencilla, que pertenece a los jóvenes hermanos Tortella, donde puede verse una escalera nueva que reproduce exactamente otra antigua, colocada en el mismo lugar de la que ha venido a sustituir.
Al final del Carrer de Sant Pere Nolasc, casi paralelo al del Palau, está el Carrer de Miramar. No tiene edificios notables, sólo en una gran casa, a la izquierda, que perteneció a una tía de los Conrado, puede contemplarse una hermosa velada de casetones, que por lo demás sólo protege una escalera moderna. Entre el Carrer de Miramar y el de la Portella, que baja a la puerta del mismo nombre, se halla la casa Jordà. En su zaguán los arcos rebajados están sostenidos por columnas octagonales con grifos que sostienen escudos. Enfrente de esta casa está el Carrer d’En Morey. Antes de recorrerlo bajaremos por el Carrer de la Portella. A la derecha está la casa, bastante sencilla, del Comte d’Espanya y a la izquierda la casa Formiguera, con un largo saledizo que forma un balcón de piedra y un alero con las vigas esculpidas. Un portal de medio punto da entrada al zaguán, ornamentado con columnas octagonales. La casa está separada de la muralla por un jardincillo y en esta parte tiene una torre muy notable. A la derecha, en la plazuela en pendiente que está delante de la Portella, se levanta la casa del Marqués de la Torre, construcción robusta, con uno de sus muros en escarpa, hermoseada con grandes balcones con brandales de hierro que dominan la muralla. Una puerta de medio punto permite entrar en el patio sencillo, donde está la escalera moderna, pero muy hermosa, que conduce a los pisos altos. En su interior esta casa tiene grandes salas de techo muy elevado, adornadas con muchas pinturas. Esta mansión y la de los Formiguera son las casas mejor situadas de todo Palma. Volviendo al Carrer d’En Morey, la primera casa que encontraremos a la izquierda es la de Barberi, nº24, con tres hermosas ventanas de arco apuntado, y una serie de columnitas octagonales por encima de las cuales sobresale el alero, siendo interesante que subsistan aún dos gárgolas góticas en la fachada principal.
Enfrente tiene la hermosa casa del Comte d’Ayamans, nº 35. El zaguán es muy interesante y hay que contarlo entre los más bellos de Palma. Los capiteles de los arcos del zaguán tienen ángeles esculpidos que sostienen escudos con las estrellas. A la derecha, debajo de una da las arcadas del patio se ve, bastante alta, una ventana gótica muy hermosa. A la izquierda de la escalera gótica también, sostenida por un arco cortado, adornado parcialmente con finas labores y en la meseta sostenido por cuatro columnas ornamentadas con magníficas esculturas del Renacimiento, está el sotechado que la protege.
Volviendo a la derecha de la calle, y unida a la mencionada casa de Comte d’Ayamans, se encuentra, nº33, la Casa Oleza. En su parte superior las arquerías de los desvanes y alero son notables. En el primer piso hay tres magníficas ventanas semejantes entre sí por su trazado, pero diferentes en sus detalles, con una copiña renacentista en el sobredintel; una de estas ventanas puede verse en el dibujo que acompaña, así como otro grabado reproduce una de las dos ventanas elegantísimas del entresuelo, también de estilo Renacimiento. El patio, al que se entra por una sencilla puerta de medio punto, es maravilloso. A derecha e izquierda están las pequeñas puertas Renacimiento de los entresuelos. Columnas redondas con capiteles pseudojónicos sostienen los arcos rebajados, que forman un hermoso patio. La escalera sigue dos rampas. A la izquierda está el pintoresco brocal de una cisterna. Volviendo a la izquierda de la calle, veremos una casa con ventanas de arcos ojivales en los desvanes, alero y una ventana con la hermosa traza que reproduce nuestro grabado. La casa que sigue tiene una ventana gótica en su entresuelo. Sobre una guirnalda sostienen dos ángeles un lazo alrededor de una corona que rodea un escudo, y del otro lado dos hombrecillos estiran una guirnalda que pasa por toda la parte superior de la ventana."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Ciudad de Palma. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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