Mallorca

Desde la Porta del Moll hasta la Plaça de Jesús (2)

"Viniendo del Moll, entrando por el lugar donde antes estuvo la Porta del Moll, y a la derecha, se ve aún la muralla cortada, un resto de bastión sobre el cual se levanta el Cuartel de Provinciales, sigue una calle ancha, plantada en la acera de la derecha con plátanos, llamada hoy Carrer de La Marina, y antes Carrer de La Reina. En su comienzo, a la derecha, se halla el Cuartel de Caballería de Palacio al que sigue el Hort del Rei rodeado de una verja de hierro; a mano izquierda sólo hay casas modernas con balcones cuyas plantas bajas están ocupadas por numerosos talleres de velámenes y almacenes. El Carrer del Conquistador sube, a la derecha, y enfrente del Born, cubriendo el antiguo cauce de la Riera. En el ángulo que forman estas dos vías hay un jardín, denominado la Glorieta, donde verdean tuyas, sóforas y eucaliptus. El comienzo del paseo del Born corresponde al rondel sobre el cual estuvo situado el monumento a la Reina que fue levantado en el año 1860.

Volvamos al Born. El paseo está limitado a ambos lados por bancos de piedra, agrupados de dos en dos, aunque separados entre sí por un farol de gas. Los edificios poseen, algunos, grandes aleros, pero generalmente son sencillos con aleros estrechos, particularmente los que están situados a la derecha; a la izquierda se encuentra la Tesorería, sombreada por algunos árboles. En la esquina del Carrer de Sant Feliu se levanta la casa Sureda con una especie de torre de tres pisos, con hermosos arcos ojivales en las ventanas y otras “coronelles” de doble arco, desgraciadamente destruidas en parte. En la fachada que da a la calle, y en su piso superior, hay cuatro ventanas “coronelles”, siendo las demás modernas. Dos de estas “coronelles” tienen finas y elegantes columnas con capitales de follaje que sostienen tres pequeños arcos. En la entrada hay escudos con armas de la familia. El patio está modernizado, conservando en el arco de entrada dos capiteles muy hermosos y bien trabajados. En el arranque de la escalera se ven las mismas armas de los capiteles antes mencionados y a ambos lados de las escaleras el refrán: Subir o morir. En el mismo Carrer de Sant Feliu, y enfrente de la casa descrita, se levanta la casa Safortesa, apodada la Casa de Austria, por la adhesión manifestada por esta familia al Archiduque de Austria durante la guerra de Sucesión. El alero, con doble viguería, se apoya, en parte, sobre columnas octagonales, formando ventanas cuadradas y en parte sobre ventanas de arco de medio punto.

El Born, hasta una época muy reciente, llegaba únicamente hasta la casa Safortesa, es decir, que tenía aproximadamente la mitad de la longitud del actual paseo. A Don Juan Bautista Billon, primer teniente de alcalde, de debe la idea de prolongarlo, absorbiendo el espacio donde estuvo colocado el monumento de la Reina.

 

A la derecha, empotrada en uno de los edificios, existe una gran lápida de mármol adornada con flores y frutos que ostenta el nombre de Plaza de la Constitución, nombre oficial del paseo que jamás ha sido empleado en la conversación corriente. Una corta alameda de Ailanthus y castaños prolonga en cierto modo el Born hasta el Carrer de la Unió. En el centro de esta alameda se halla la Fuente de La Princesa, un obelisco sostenido por cuatro tortugas, conocido del pueblo, por este motivo, con el nombre de Font de ses Tortugues; en las caras del basamento se encuentran dos grifos de agua, y en su parte anterior se lee la siguiente inscripción:

A la Jura

De la Princesa

Isabel Luisa

El

Ayuntamiento

De Palma

En XXIV Julio de MDCCCXXXIII

Alrededor de esta fuente, dispuestos en círculo, existen cuatro bancos de piedra. Por lo demás la Plaza de la Constitución ofrece poco de notable; a la derecha, sólo edificios modernos donde están establecidos algunos cafés; a la izquierda, la casa del Marqués de Bellpuig con un amplia galería abierta, sostenida por pilares delgados que tiene cierta belleza.

El Carrer de la Unió se llamó antes Carrer del Príncep; tiene algunos plátanos jóvenes sembrados en su parte derecha, es decir, subiendo hacia oriente, y generalmente sus edificios son modernos, a excepción de la casa Brondo, pintada de color de rosa, que forma esquina con la calle de este nombre. El alero se apoya en una serie de columnas salomónicas. La entrada se abre en la calle Brondo, siendo el portal de medio punto de dovelas grandes, y el patio pequeño con una terraza cubierta por una velada de casetones, estando separado del hueco de la escalera por dos hermosos arcos rebajados. En el basamento de la terraza se ve el escudo de Los Brondos. Más antigua y más hermosa es la antigua casa del Comte de San Simón, que perteneció a la casa del Reguer, pues Doña Isabel Amar de Montaner, esposa del viejo Comte de San Simón, trajo esta casa en dote juntamente con el título de Marqués del Reguer. Esta casa fue después comprada por el Sr. Antoni Blanes d’Artà, que trajo de América una gran fortuna, quien ha construido y modernizado en parte, esta señorial mansión.

A la derecha del Carrer de la Unió, que forma una alameda de Ailanthus, se encuentra la Plaça del Mercat, que es triangular, siendo la longitud más larga de 130 pasos. La base de este triángulo corresponde al carrer de la Unió y su vértice más afilado corresponde a la parte opuesta a la iglesia de Sant Nicolau. En el centro de la plaza hay una fuente formada por un basamento que sostiene un fuste truncado. A la derecha se encuentra la gran casa Berga, verdadero palacio, que pertenece a una línea de la familia Safortesa, que se llama Safortesa del Mercat para distinguirla de la rama Safortesa del Born. Es un edificio de marés, con un enorme balcón corrido muy saliente, entre cuyas dos partes está un gran escudo barroco situado sobre el portal. El patio es amplísimo, con pórticos de arcos rebajados y a la derecha está la escalera, muy cómoda, que conduce a la galería superior de arquería, muy hermosa.

Al extremo del Mercat, formando el final del Carrer de la Unió, se encuentra la Plaça del Teatre, denominada así por el teatro que le sirve de fondo.

En ángulo con la Plaça del Teatre está el Carrer de La Riera, que viene a ser una prolongación de dicha plaza y cuto nombre recuerda el tiempo que por este lugar pasaba la Riera en lugar de la actual principal arteria de la ciudad. Esta calle es corta y no merecen especial mención los modernos edificios que la bordean; desemboca en la Rambla, la calle más ancha de la ciudad, que tiene una longitud de 400 pasos hasta la Porta de Jesús. La Rambla está construida a la manera española, pasando el paseo entre dos filas de hermosos y corpulentos plátanos, entre los cuales hay bancos de piedra; iluminan el paseo dos series de faroles de gas.

La Plaça de Jesús es ancha, está desprovista de toda ornamentación y a ella se abre la puerta del mismo nombre frente al final de la Rambla; como a la derecha, sale de la calle de la Beneficencia y a la izquierda la Dels Oms, en realidad más que una plaza es un cruce de cuatro calles."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Ciudad de Palma. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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