Vid
"El cultivo de la vid constituye una parte importante de la riqueza agrícola de la isla.
La recolección de la uva (“vermar”) se realiza hacia finales de setiembre o principios de octubre en medio de una gran alegría general, como ocurre en todos los países. En la parte montañosa, los frutos cortados con cuchillo o “trinxet” son recogidos en “senalles o covos” (cestas u cestos de más fondo) llevados seguidamente a hombros, o vaciados en “portadores”, especie de barril con zunchos de madera y dos asas, por lo común también de ese material, por debajo de las cuales pasan sendas varas para que puedan ser transportadas con más comodidad por dos hombres.
La uva es llevada a una gran cuba llamada “el cup”, que suele ser de piedra, y en la montaña algunas veces de madera. Hay payeses que a cada carretada de uva añaden un par de puñados de yeso vivo o de sal y otros ingredientes con objeto de mejorar el vino. Bien el mismo día o bien el otro, los hombres, asidos a una cuerda, pisan la uva con los pies desnudos haciendo que el mosto fluya a una gran cuba de madera.
No cabe duda que habría que perfeccionar muchos aspectos de la preparación del vino en Mallorca, pues considerando la calidad de viñedos podría conseguirse de calidad mucho mejor que la actual.
Los enormes barriles, “botes congrenyades”, son llamados así porque los gruesos tableros que conforman el aro y que se sujetan mediante pestillos de hierro, reciben el nombre de “congreny”. Son por lo general de roble y a veces de olivo y extraordinariamente robustos.
Los “cellers” suelen ser bóvedas de cuarterones de marés; así ocurre al menos en el llano. En otros lugares, por ejemplo en la sierra, cuentan con un simple techado sobre pilastras centrales. En este caso, los barriles están dispuestos en cuatro hileras, dos a uno y otro lado de las pilastras y las otras a lo largo de los muros laterales."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
