"Naranjos y limones, esas hermosas plantas del sur, constituían hasta ahora una de las principales fuentes de riqueza de Mallorca, y unos de sus ornatos más relevantes. Parece que el cultivo del naranjo en la isla es conocido desde el tiempo de los árabes.
La poda de los naranjos y limoneros se efectúa cada dos o tres años, en los meses de setiembre y octubre. Por lo regular sólo se recortan las ramas secas o semisecas, es decir, aquellas que ya han llevado fruto o que han quedado encerradas en el interior de la corona. Vale decir, ciertamente, que es mucho lo que podríamos aprender de estos haceres por parte de los naranjeros mallorquines.
Por regla general florecen en mayo, y los frutos inician la maduración a mediados de noviembre. Es, pues, por estas fechas cuando empieza en la isla la recolección y consiguiente exportación. La cosecha es más abundante en diciembre y enero, y se prolonga hasta julio y agosto, de modo que a menudo se aprecian en un mismo árbol flores y naranjas verdes y maduras.
Los mandarinos son por el momento poco numerosos (“taronges de test”), aunque yo he visto en Coma de Son Net de Puigpunyent y en otros lugares ejemplares perfectamente desarrolllados. Últimamente han sido plantados bastantes en Sóller.
Grande es la variedad de limoneros, cuyos frutos, como las naranjas, varían en cuanto a forma, sabor y color, en función del tipo de suelo, cultivo y abono recibido. El cultivo de esta especie es muy parecido al del naranjo, aunque no tiene, ni mucho menos, la importancia de éste."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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