“Muchas Baldritjas (Puffinus cinereus Gmel) anidan en cuevas situadas bajo el faro – en la ladera que mira al puerto - , aprovechando las excavaciones hechas por los conejos, en las que ponen su único huevo. Muchas anidan también en los otros islotes. Cuando uno mira desde las paredes abruptas de la Columbrete Grande, hacia abajo, se la ve salir o desaparecer en las cuevas, como fantasmas que quisieran defender su antiguo derecho sobre la isla, ahora habitada por hombres. Otrora, debieron haber sido más abundantes, ya que con frecuencia se encuentran restos de huesos de las mismas, que denotan una nutrida presencia en las islas.
En estas costas no existen ni palomas ni los cormoranes que habitan las orillas de las Baleares en gran cantidad. Supongo que a estas pesadas aves no les agrada la roca áspera, ya que al estar posados mucho tiempo en ella, se hacen heridas en las patas”.
Urios, G., Nachtwey, J., Traducción, Columbretes, 1895, Ed. Exmo. Ayto. Castellón, 1990