“Una de las peculiaridades de las Columbretes son los escorpiones que se encuentran en gran cantidad desde el 15 de mayo hasta el 15 de septiembre. Al principio no se podía levantar una sola piedra sin encontrar debajo uno o varios de estos animales. Los trabajadores encargados de la construcción del faro los extinguieron durante la noche: portando una antorcha de madera resinosa en una mano y en la otra una tenaza para cogerlos. No obstante, las gallinas introducidas contribuyeron en mayor medida a la extinción de los escorpiones al comérselos con avidez. Aunque no los eliminaron por completo, sí redujeron su número considerablemente. Los trabajadores sufrieron numerosas picaduras, a consecuencia de las cuales, padecieron dolores muy agudos que trataron de aliviar con medicamentos”.
Urios, G., Nachtwey, J., Traducción, Columbretes, 1895, Ed. Exmo. Ayto. Castellón, 1990