Arxiduc :: Anécdotas :: Tengo que comer todos los higos que quiera

“El Archiduque estaba interesado en la compra de un trozo de tierra situado junto a Son Marroig. La propietaria, una mujer de Deià, se resistía a venderlo porque en este trozo había una higuera que daba unos higos muy sabrosos, Al final, y luego de reiterados intentos de compra por parte del Archiduque, se lo vendió.

- Bueno –dijo la mujer, al fin- se lo vendo con la condición de que mientras viva tengo que poder comer todos los higos que quiera.

El Archiduque pagó por este pequeño trozo de tierra varias veces su valor y concedió a su antigua propietaria el derecho solicitado. Pero lo triste del caso es que la higuera murió mucho antes que la mujer”.

Sabater, G., Mallorca en la vida del Archiduque, Ed. Associació amics de l’arxiduc, 1995

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