Mallorca

"Mallorca carece en absoluto de lagos; abundan, en cambio, las charcas de agua salobre, aquí llamadas salobrars que se forman en las llanuras costeras por obras de las aguas de lluvia que descienden desde lo alto de las colinas y por las que se estancan en las anchurosas desembocaduras de las torrenteras. Por regla general estos terrenos pantanosos quedan separados del mar por las dunas que el viento y las olas han ido acumulando; su extensión e importancia depende la pluviometría, de modo que en verano se encuentran prácticamente secos o acaso con algo de agua o de humedad en aquellos escasos lugares enriquecidos por fuentes y que, con las lluvias, constituyen el centro de la creciente y efímera laguna.

Casi todos estos pantanos parecen guardar una invisible relación con el mar, y puede que en tiempos pretéritos hayan tenido que ver directamente con aquel en determinadas circunstancias. Actualmente debe mantenerse también algún tipo de nexo ya que, de lo contrario, no se explicaría la salobridad de dichas aguas. Tiempo ha, las zonas pantanosas de aguas salobres eran la Albufera existente al fondo de la bahía de Alcúdia y las del Prta de sant Jordi, áreas hoy desecadas por la obra del hombre; en la actualidad hoy sólo cabe citar las del Salobrar de Campos y Estany de ses Gambes, cerca de la Punta de ses Salines, l'Estany d'en Bauló, en la orilla sur de la bahía de Alcúdia, s'Albufereta que extiende muy próxima a la orilla de la bahía de Pollença, y otras de menor importancia a lo largo de la costa sur, principalmenteen los alrededores de la bahía de Palma."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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