Mallorca

"El clima de Mallorca ofrece en toda la isla unas características muy similares. En general suave, húmedo, variable, pero escasamente lluvioso y proclive a las tormentas; cabe decir con ello que se nos antoja felizmente intermedio entre el clima abrasador de la costa africana y el templado, y a veces hasta fresco, del sur de España y Francia. Estas cualidades se deben sin duda a la situación geográfica de la isla, a su reducido perímetro y ubicación aislada en medio del mar, así como a sus especiales condiciones topográficas.

Según los vientos reinantes, el verano es claro y soleado, brumoso y aun, a menudo, caluroso y húmedo. Sólo hacia el final del día cede algo el calor, y las noches se hacen ya asaz frescas mediado el mes de agosto.

Hacia las 10 de la mañana acude casi a diario una refrescante brisa del mar, llamada embat, que proporciona inmediato alivio del calor y que persiste durante toda la jornada para desaparecer con el ocaso. La calurosa noche meridional tampoco carece de refrescante remedio, pues sobre las 10 suele levantarse brisa de tierra, consecuentemente y apropiadamente llamada terral, que mitigando el bochorno nocturno imparte su bienhechor efecto hasta el alba. Hay, no obstante, días de veranos en los que reina calma total y la ardentía se hace sofocante; sólo se aprecian entonces nubes altas y poco densas que ascienden cual niebla. En otras ocasiones, cuando soplan los vientos del oeste y del suroeste con cierto ímpetu, apenas se nota el calor."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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