Mallorca

"En cuanto al carácter paisajístico, la parte noroeste es muy diferente de la sureste. En la primera apreciamos una cordillera muy pronunciada, que discurre prácticamente sin interrupción desde la Punta del Jueu, al oeste, hasta el Cap de Formentor, al este. Este cinturón compuesto de pintorescas y elevadas cumbres abruptas alcanza su ancho máximo de 14 km. Al oeste destaca el Puig de Galatzó, de 980 m. de altura, y en el centro, el Puig de Torrella con sus 1.463 m., así como la elevación máxima de la isla, Silla de Torrellas, a 4 km. del mar. Junto al cercano Coll de Sóller, de 562 m. de altura, constituye el hito más notorio de la Sierra. El Puig Major de Lluc, al este de dicho conjunto montañoso, alcanza aún 1.163 m., cota que decrece rápidamente para, luego de unas colinas de 600 m. de altura, dar fin en el agreste y estrecho Cap de Formentor.

Muy diferente del sector de la Sierra se ofrece la totalidad de la parte suroriental de la isla que se extiende desde las estribaciones de aquella hasta la misma orilla del mar. En lugar de una serie de hermosas montañas y encantadores valles damos con una llanura uniforme de inenarrable monotonía. Sólo aquí y allá se eleva algo el terreno, que, en general, se encuentra a unso 50 m. por  encima del nivel del mar; se forma así una lomera apenas apreciable que acaba difuminándose insensiblemente en la vasta paramera."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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