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En cuanto a la actividad volcánica se nota que tanto en Salina, sobre todo, como en Lípari hace mucho tiempo que acabó. En cambio en Vulcano, se nota aún en la zona del volcán la influencia de las erupciones de finales del siglo XIX. En la zona de Panarea sigue habiendo actividad volcánica cerca de la zona de la Lisca Bianca. Y de Strómboli, si hay que destacar algo, aparte de su espectacularidad, es la conocida pauta de las erupciones que se dan a intervalos de unos 15 a 20 minutos y que es conocida como “actividad stromboliana”.
Otra de las características de esta zona volcánica se halla en los fondos marinos pues adquieren gran profundidad cerca de las costas. De hecho las islas son grandes conos o conjuntos de conos de los que sólo vemos la parte superior por encima del nivel del mar.
Como conclusión queremos destacar que en una zona volcánica se viven “tiempos rápidos” en términos de evolución geológica. Por ejemplo, Strombolicchio, la zona de mayor antigüedad, y por lo tanto la primera actividad registrada, data de hace unos 200.000 años (en Columbretes la última actividad registrada data de hace 130.000 años). En Lípari no ha habido erupciones en cientos de años y sólo ahora, y poco a poco, los parajes en los que se dieron las últimas erupciones empiezan a ser colonizados por la vegetación. En Strómboli se ve como en la Sciara Vecchia la vegetación ha ido ganando terreno, en los últimos 130 años, a la zona inerte en la que únicamente hay cenizas. Y es paradójico que dichos “tiempos rápidos” de la geología son tremendamente largos respecto a la perspectiva que los seres humanos podemos llegar a tener sobre la naturaleza desde nuestras cortas vidas. Y, lo que aún es más impactante en términos relativos, ello debería hacernos conscientes de en cuan poco tiempo la acción del hombre puede tener efectos devastadores en evoluciones que tardaron siglos o milenios en desarrollarse.
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