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“Ascendiendo todo el tiempo por suelo escarpado se llega al cerro de la Purtedda, donde las pardas puntas contrastan con los rojizos y grises bloques. Los rapilli desaparecen, y ahora se sube por lava con piedra toba.
Desde la Purtedda se disfruta de una magnífica vista de la Vaddi d’ ‘a Muntagna; por la ladera meridional se extiende el escarpado y mal camino que va Ginostra, y enfrente se halla el Munti d’ ‘a Purtedda, en cuyas puntas más altas hay colocadas dos señales de triangulación(p.24).
Si se sube a la cima y luego se retrocede un poco, se ve el cráter, mientras por el oeste se extiende el valle.
Para llegar al monte de la Purtedda se sube por el desfiladero entre angulosos y compactos bloques de lava. Ya desde aquí se ofrece una magnífica vista el mar abierto y de la costa (p.25)”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
Llegamos al borde del cráter a tiempo para ver una espléndida puesta de sol por encima de las nubes.
http://www.youtube.com/watch?v=X2NQHuvN5OM
Finalmente llegamos a la cima situada a unos 960 metros de altitud. Es casi de noche y por debajo de nosotros un mar de nubes cubre parcialmente el cráter.
Durante el tiempo que hemos podido ver el cráter hemos observado tres erupciones. Dos de ellas a destacar: una primera corta y con una explosión que alcanza una gran altura, y que nos halla desprevenidos, y otra que dura aproximadamente un minuto de menor altura.
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