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“Desde la segunda altura, donde se eleva una pila de piedras, se disfruta de una amplísima vista del humeante cráter; abajo las puntas rocosas, que de tanto en tanto son visibles entre las nubes de humo, y el espumoso mar.
Desde 1885, la Fossa tiene tres bocas, que en días claros de distinguen desde arriba. Las dos bocas superiores – la grande situada en un vallecito con seis aberturas en forma de olla, y la pequeña, que sólo entra en erupción ocasionalmente –, han permanecido igual; sólo la que está debajo de la Sciara d’ ‘u Fuocu, que es la más reciente y la más activa, se ha transformado. Pero ahora ella se encuentra mucho más arriba de donde estaba cuando la última erupción, de manera que casi llega a media altura de la Sciara d’ ‘u Fuocu. Mientra la boca siga arriba, no hay peligro; pero si alguna vez bajase y llegase hasta el mar, entonces se podría producir un hundimiento del cráter de Strómboli, como sucedió en Santorin o en Columbretes”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
El descenso en la oscuridad es impresionante. Nos encontramos cerca de la zona de la Purtedda con vistas hacia La Ginostra, pero en la oscuridad no podemos tomar ninguna imagen.
Por momentos, las botas se hunden unos 20 centímetros en la ceniza. El guía, Marco, nos aconseja caminar al estilo Adriano Cellentano …
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