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“Sobre las bajas y enriscadas caídas de la Punta di Barone se alza el antiguo pequeño faro, consistente en una linterna colocada sobre una caseta blanca. Hace años que la linterna ya no da luz. Fue financiada por el municipio, para que los amrineros que venían conlas barcas desde Nápoles, pudiesen encontrar el embarcadero, sobre todo en noches tormentosas. A continuación sigue la arenosa Praja di Barone, en la cual se dejan varados tanto grandes paranzelle, como pequeñas embarcaciones.
Siguen ahora las caídas de la Punta d’ ‘u Capu, donde hay excavadas cuatro pequeñas grutas, en las cuales, mediante poleas, se dejan varados los botes. El faro, de segundo orden, visible a 25 millas, corona la cima de la ladera más sobresaliente del Capu (p.68).
A partir de la Punta d’ ‘u Capu se extiende, por arriba liso, por abajo enriscado, un trecho de costa con irregulares estratos, interrumpido por la suave hondonada del Vadduni d’ ‘a vaddi. Junto a la orilla aparecen escollos, entre ellos uno más alto, la Turricedda d’ ‘u Capu (p.70)”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
Al dejar el Puerto llegamos enseguida a la Playa de Barone, como veréis no se ha perdido la costumbre de varar los barcos en la misma playa. En cambio no observamos ningún resto del antiguo pequeño faro.
El Capu Faro se ve a lo lejos y enseguida distinguimos las pequeñas cuevas excavadas cerca del mar que ahora se ven rodeadas por un gran muro de piedra.
El pequeño islote de la Turicedda es fenomenal. Llegamos hasta ahí en el auxiliar con el fin de admirarlo desde más cerca.
Esta zona de costa destaca efectivamente por la zona rocosa cerca del mar y por una zona completamente plana y fértil en lo alto del acantalido, en la que se observan algunas pequeñas aldeas.
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