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El Puerto de Eivissa es el más bello y seguro de toda la isla, superior incluso al de Sant Antoni. Está situado al Noreste de la ciudad y queda delimitado posteriormente por el Pla de Vila. Lo cierra al Oeste la Punta de la Marina, que termina en la Torre del Mar, mientras que al Este encuentra su límite en una serie de pequeñas colinas rojizas y arromadas salpicadas de matorrales que se suceden en dirección Sur hasta la Illa Plana , pelada y lisa, con algunos acantilados notables. Se trata en realidad de una diminuta península unida a la Pitiusa mayor por una lengua de tierra que separa el puerto de la Platja de Talamanca. Al Sur mismo de la Illa Plana se encuentra la Illa Grossa o Grande, de superficie casi igual, acaso algo más larga y desde luego alta, pero en conjunto igual de pelada y rocosa que la primera, con cortados cantiles al Este.
Al Oeste de la Illa Grossa y separada por un profundo estrecho de bastante holgura se encuentra la pintoresca Illa d’es Botafoc, de rocas muy recomidas y como esponjosas, rodeada de negros escollos y bajíos, provista de un faro de sexto orden, el más pequeño de los existentes en las costas de las Pituisas.
El Puerto de Eivissa es visitado por pocos barcos, dado el escaso tráfico comercial con la isla; especialmente ahora, desde que las salinas de Torrevieja, en la costa de la Península, han ganado notablemente en importancia y prácticamente proveen las mayores cargas de sal.
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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