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"Según la estadística del año 1868, el número de propietarios de asnos se elevaba a 11.454; de ellos 4.999 en el partido de Manacor, 3.611 en el de Inca y 2.844 en el de Palma; atendiendo al número total de animales, los promedios respectivos por propietario son: en toda la isla 1,5 y según partidos, 1,23 en el de Manacor, 1,19 en el de Inca y 1,35 en Palma. Ello obedece a que muchos propietarios, si no la mayoría, sólo poseen un ejemplar, y quienes tienen más, a lo sumo reúnen 4 ó 5, siendo unas 25 cabezas la manada más grande.
Normalmente los asnos se alimentan de las hierbas que crecen en el campo, sobre todo en las partes montañosas, donde el carrizo (“càrritx”) abunda generosamente. En el establo se les alimenta con algo de paja, y a los que trabajan en el campo se les da además cebada y algunas algarrobas.
En Mallorca se conoce una sola raza de asnos, que es del país y cuyo origen se ignora. Sin embargo, esta raza presenta dos variedades, una que sirve para las labores del campo, el transporte de estiércol, agua, fruta y otros productos de campo, así como de montura para el campesino y las gentes modestas, sobre todo mujeres, mientras que la otra, grande y de construcción más basta, se emplea en las labores del campo y, sobre todo, en la cría de mulos. Ambas variedades abundan en toda la isla, aunque la primera es más frecuente en los términos de la montaña, donde destaca por su belleza de formas, por su gran agilidad y por poseer una disposición más resuelta y tenaz. Los asnos de la segunda variedad abundan principalmente en los términos de Manacor, Felanitx, Artà, Llucmajor, Santanyí y en otros lugares del llano.
Mucho más numerosos que los asnos y los caballos como animales de monta, tiro y labor, son en la isla los mulos. La preferencia por estos está perfectamente justificada pues, aun siendo de más difícil adiestramiento, son longevos, más baratos por lo que hace a la alimentación y mucho más resistentes a cualquier esfuerzo. Hasta hace 10 ó 12 años eran aún mucho más comunes e incluso en las ciudades nadie pensaba en hacerse con caballos. Ahora, en cambio, la mayor presencia de estos parece ser la razón de que no aumente el número de mulos.
El número de propietarios de mulos se cifra en 10.000 ó 12.000, pues la mayoría de payeses y pequeños propietarios cuentan con un solo animal, macho por lo regular, del que se sirven tanto para trabajar la tierra como para tirar del carro. Las “possessions”, en cambio, cuentan indefectiblemente con uno, dos o tres e incluso más parejas de mulos, según extensión e importancia, de donde que del número de estos animales quepa estimar el tamaño de la finca. Así, se habla de “possessió d’una parella, de dues parelles”, de tres, y así sucesivamente."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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