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“Desde la Scala di Salona hacia Dephi o Delphus como lo llama la gente de allí, hay que ir 2 ½ horas en caballo. Al principio se pasa por un llano bonito con olivos y viñas, donde hay muchas cisternas pequeñas como cuencas abiertas para el riego. A la izquierda hay colinas bajas de conglomerado, llamados Glaz. Hasta el arroyado donde hay pocos oleandros y que pasa por el llano, se emplea una carretera buena, que llega a Amphissa, a tres horas de distancia. Las cuevas cercanas tienen a la derecha una cueva natural, los despeñaderos al otro lado del valle en cambio cuevas artificiales.
El camino que ahora se puede emplear solamente con caballos, dobla hacia el valle de Delphi, con plantaciones de olivos donde sale el agua Vernascó. Desde la colina rocosa hacia Khryso se ve el maravilloso valle de olivos, encerrado por despeñaderos característicos, llamado Salona con Sernikaki, SirguniI, Ayios Georgios y el Amphissa que es más grande. Un camino de escalones pavimentado y lleno de baches nos lleva a unas cuevas, un refugio para numerosas rebañas guardadas por unos perros pastores de pelo largo y aspecto peligroso.”
"El Delphi de ahora, hasta hace pocos años aún llamado Kastri, es un pueblo pobre. Los habitantes llevan la Fustanella y gorros grandes negros o rojos, las mujeres unos vestidos parecidos a los eslavos del sur. Las casas, metidas irregularmente en una pendiente, están puestas en parte encima de muros antiguos, en parte hechas en las esquinas y en la parte de piedras de abajo con cuboides antiguas.”
No muy lejos de Galaxidi se hallan tanto a Delphi como Amphissa. Delphi es uno de esos lugares por excelencia que es necesario ver, en el que se mezclan unos paisajes espectaculares y toda la mitología que nos acompaña en esta recorrido por Grecia.
Desde el llano en el que se encuentra Etea, antes Salona, podemos ver el mar de olivos que menciona el Archiduque y a lo lejos las montañas y el valle en el que se encuentra Delphi. Una vez en Delphi observamos las montañas que forman el valle en el mismo lugar en el que se encuentran los restos arqueológicos más importantes.
La zona en la que se encuentra el templo de Atena es impresionante. Vemos asimismo un santuario circular, Tholos, del que se han recuperado algunas columnas.
No muy lejos podemos ver las fuentes de Kastalia y en la misma zona el Gymnasium. Más arriba en la colina se halla el templo de Apolo, y si seguimos subiendo llegamos hacia un precioso teatro desde el que se observa todo el valle hacia abajo con miles de olivos.
Finalmente podemos ver una imagen tomada por encima del pueblo de Ghristos en la que se ve al mar de olivos que mencionaba el Archiduque y que se junta con la ciudad de Etea y el mar.
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