Cerámica. Madiu Gallera
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Lo que dice el Arxiduc:
Visitamos algunas tiendas de cerámica. GALLERA se ha hecho famosa gracias a ellas, y la isla les debe bastantes buenos ingresos. El barro, manejable, bastante arenoso y en su estado fresco de un color gris pálido, viene de una colina detrás del pueblo MADIU GALLERA; se recoge mientras haya luz. Las salas donde trabajan los ceramistas tienen arcos de punta y están cubiertas de troncos de palmera. Al lado se encuentran otras con el mismo techado para secar. Los trabajadores tornean el barro con soltura con la ayuda de dos ruedas de madera; mueven la de abajo con un pie mientras están sentados encima de una tabla. Los jarrones se hacen en tres partes, primero, la barriga, luego el cuello, y al final la base y el asa. Se sumergen en el mar, y por eso el barro coge este color bonito blanco durante la cocción que caracteriza a los jarrones de DJERBA. Los hornos, unos 100, están construidos de fango y tienen una cúpula superior, cubierta de tierra en su exterior.
Se producen diversos objetos: jarrones grandes y barrigudos, aguzados hacia abajo; jarrones grandes y bonitos para guardar jabón y mantequilla; otros más pequeños, ondulados y con decoraciones de puntos impresos; jarrones de tres asas; cántaros; platos; jarras para el agua con agujeros, TAMBULEKS; platos con el borde lobulado y pie en amarillo con diseño; jarrones vidriados en amarillo y verde, algunos con cantarera; muchas lámparas de aceite con uno, tres o más cuencos para las llamas, también vidriadas de verde como todas las piezas pequeñas; jarrones bajos con anillos negros. El esmalte amarillo se hace de plomo y SMIMJE, una piedra amarilla importada desde ARGEL; el verde en cambio es de plomo y cobre. La pieza terminada se sumerge simplemente dentro del esmalte.
Archiduque Luis Salvador de Austria, Ed. de Leo Woerl, Eine Yacht-Reise an den Küsten von Tripolitanien und Tunesien, Würzburg und Wien, (2. Ed.)
Datos proyecto Nixe III:
Túnez siempre ha sido considerado el país de la cerámica y los primeros talleres de cerámica, realizada con tornos, se sitúan en Djerba donde aún se aplica una técnica milenaria. Visitamos un taller de cerámica tradicional en Guellala, primer centro de producción de la isla de Djerba.
Vamos a la tienda Ben Amour, el propietario un señor de unos 50 años tiene un taller y una tienda de cerámica en Guellala. Nos enseña un taller tradicional que se está restaurando y nos habla de la producción.
El horno se ha de calentar poco a poco. Primero se echan troncos de palmeras con lo que llega a 300ºC, al día siguiente se le añaden las palmas y aumenta hasta 800ºC, finalmente, el tercer día, se le echa troncos de olivos para que alcance los 1200ºC.
La materia prima es la arcilla de Djerba, aunque hoy día se utiliza también arcilla traída desde otros lugares en mayor medida. Si se mezcla con agua de mar toma una tonalidad blanca mientras que si se mezcla con agua dulce, el tono será más anaranjado, tal como se muestra en la foto.
Una vez trabajado y hecha la forma, se introduce en el horno cuando este está a 1200ºC y permanece en él durante una semana. Una vez extraído hay tres acabados diferentes. El acabado natural muestra la tonalidad blanca o anaranjada dependiendo del tipo de agua utilizada. También se puede pintar y meterlo en un horno eléctrico con lo que se obtiene cerámica.
Cerámica tipo “Maï”: se prepara una mezcla líquida de cobre y plomo donde la figura se sumerge. Después se vuelve a introducir al horno durante una semana y se obtiene la figura con una tonalidad verde oscuro y brillante. Esto es lo más tradicional pero los objetos no se pueden utilizar para alimentación pues puede ser tóxico.
Antiguamente a algunas jarras se les gravaba el nombre del dueño.
Se ofrece una amplia gama de productos, desde jarras para almacenar aceite o cadufos para la pesca del pulpo hasta brillantes vajillas decoradas que se venden por todo el país.
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