“Los laureles se cultivan en efecto en Abazia como árboles de cultivo. Las hojas dan el mayor beneficio, se recogen en otoño, se enfilan en largas tiras y se expiden en gran cantidad a Alemania. Una pequeña parte se seca y se conserva como especia, aunque la mayor cantidad sirve para la fabricación de coronas en especial para el día de los muertos.
En la zona las hojas de laurel también tienen otros usos; se las utiliza en las cocinas para dar sabor a las carnes; también para envolver higos que se secan con cuidado en Ika y en Lovrana y a los que las hojas de laurel les dan un sabor especiado.
Los laureles producen un marcado perfume después de una lluvia abundante en verano y cuando la atmósfera es húmeda y no hay viento.
Muchos atribuyen a la intensidad de dicho perfume los dolores de cabeza que sufren los locales, y que también afectan a aquellos que visitan por primera vez Abazia; pero, según mi opinión, se debe más a la falta de circulación del aire.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Feuilles volantes d’Abazia, P. Ollendorf, Paris, 1887
Programación: torresmarques.com :: Diseño: Digitalpoint