Otros artes de pesca

"El “Bou” (fig. X y XI) se basa en el mismo principio que el “bolitx”. La figura X nos lo muestra en perspectiva lateral, mientras que la XI nos la presenta visto desde arriba.

Este tipo de pesca, común en todo el Mediterráneo y de la que son maestros los pescadores de Chios, se practica con dos barcas, llamadas “parella de llaüts de bou”. Desde estas y ya mar adentro se sumerge la red en el mar, hecho lo cual, surcan aquellas las aguas a vela en paralelo. Para recoger el Bou se arrían las velas y se tira de los cabos de la red hasta que esta está próxima. A continuación todos los hombres pasan a uno de los dos Llaüts para halar el Bou y vaciar el copo. La “parella” permanece por lo común en la mar durante toda una semana, aunque después de cada captura importante esta es inmediatamente enviada a Palma con una barca para que llegue lo más fresca posible. El pescado de Bou es má barato al obtenerse un gran número de piezas a un tiempo, pero no goza de favor de los buenos paladares, que le achacan un sabor más basto porque, así dicen, entre los moluscos, algas y limos del fondo, el Bou recoge a más de uno ya muerto. A excepción del pescado azul (“peix blau”), se pescan todo tipo de peces entre el 21 de octubre y 21 de mayo, único periodo en que está permitido pescar al Bou, para proteger las especies. Por lo general son 7 u 8 “parelles” las que se dedican a esta modalidad de pesca, reservada exclusivamente a la bahía de Palma.

Entre las redes de arrastre al copo no quedan más que algunos tipos en uso en Mallorca, así el llamado “gánguil” (fig. XIII de la tabla dos), que suele presentar un longitud de unos 4-5 metros, con una boca de 2 metros de diámetro. Esta red es arrastrada desde la barca para capturar “gambes” (camarones). Otro tanto ocurre con el “gamber”, del que ya ofrecimos una imagen en el libro de Eivissa, aunque se diferencia de aquel en que es mucho más pequeño y que en lugar de ser arrastrado sede una barca lo es por un hombre desde la orilla. Por último hemos de mencionar los salabardos (“salabres”), reproducidos en las figuras XIV y XV de la tabla segunda. Sirven para subir a bordo las capturas de gran tamaño efectuadas con palangre, evitando así que rompan la liña con su peso.

La “llampuguera” se engloba por su forma en las redes de copo y las de cerco y se destina a la pesca de llampugas. La siguiente xilografía representa esta clase de arte, que consiste en una hilera de flotadores de corcho –unos 30- que colectivamente reciben el nombre de “andana de capcers”. A cada “capcer” va atada una piedra llamada “pedral”, que hace las veces de ancla. Los “capcers” ensartados en una rama de “mata” son colocados a una buena distancia uno del otro. Esta modalidad de pesca es realizada al anocheces o en noches claras de luna, que es cuando las “llampugues” buscan la sombra de los “capcers”.

 

El “sardinal” representado es parecido aunque de malla más pequeña. Consiste de 5 a 7 porciones de red, de 12 a 13 metros de ancho y 40 metros de largo cada uno, que son dispuestas a modo de larga mampara. El sardinal se emplea durante todo el año, en particular después de las tormentas, cuando las sardinas (“alatxa grossa”) buscan refugio en las calas. Estos peces que, como es sabido, se mueven en grandes bandadas, tropiezan entonces con la red y se enredan en ella. Los corchos a ellas fijados se sumergen: señal para los pescadores de que las sardinas ya han llegado. Ízanse rápidamente las redes abordo con su plateada carga entre las mallas. La pesca de sardina suele ser muy rentable, además de regular.

La “almadrava” es otra red de cerco, como nos muestra la fig. XIX de la tabla segunda. El hilo ha de ser grueso y resistente, con una malla de unos 13 cm por lado. La altura es de aproximadamente 18 metros y el  largo de unos 120 metros cuando se trata de redes dobladas, y de 170 metros cuando son rectas. Para los extremos se utilizan pedazos viejos de red que se hacen firmes en la orilla, y para hundirlas  se precisa de piedras más que de plomos. La “almadrava” se coloca con ayuda de varios “llaüts” y su empleo es indicado para la pesca de especies de considerable tamaño, como el atún (“tonyina”) y los verderones (“círvies”) que suelen acercarse a las costas en manadas.

Muy parecida a la “almadrava” es la bonitera (“bonitorela”), aunque su superfiecie es de un 50% más pequeña y, por consiguiente, de malla menor y de hilo menos resistente. Se pescan bonitos (“bonítols”) entre marzo y julio.

Por su importancia y uso estas modalidades de pesca pueden ser englobadas en tres grandes grupos:

El más importante es el de los "bolitx, bou, artet, xarxes, palangre y almadrava".

El segundo grupo agrupa "bonitoleres, sardinals, xarxa grossa, nanses, mornell y llampugueres".

Al tercero pertenecen "volantins, fitores, poteres, sipieres, gànguils, gamberes, canyes, ralls", etc.

Las modalidades de pesca del primer grupo se practican durante casi todo el año y, siendo las más difíciles, son al tiempo las que mejores capturas reportan. Las modalidades dl segundo grupo son estacionales, de ahí que sean menos rentables. Las del tercer grupo sirven para obtener cebos, ahí bien para diversión del amante de la pesca, pues pocos son los pescadores de oficio que llevan al mercado especies así capturadas."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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