"Los pollos son comunes en toda la isla, aunque especialmente abundantes en los términos de Porreres, Felanitx, Manacor, Binissalem, Santa María, Marratxí, Establiments, Palma y otros del llano. Porreres goza al respecto de la mayor reputación, tanto por cantidad como por la calidad de sus animales. En el campo suele dejarse que las aves correteen libremente durante el día, aunque antes de soltarlas es costumbre el darles unos puñados de cebada o avena, proceso que se repite al recogérselas. Pocas son las propiedades que cuentan con corrales propios al efecto, como ocurre en S’Avall del Marqués del palmer en el término de Santanyí, La Torre de Doña Catalina Villalonga en Llucmajor, Biniatró del Sr. Bennasar en Campanet, Rafal del Sr. Moragues en el término de Manacor, La Granja del Sr. Fortuny en Esporles y Bendinat, antes del Marqués de La Romana, ahora de Despuig.
Últimamente se han empezado a introducir las llamadas gallinas de Padua, que se distinguen por su sabrosa carne pero que sólo ponen huevos en primavera. Don Antonio Moragues las cría en elevado número en su propiedad de Son Moragues de Valldemossa. Algunos aficionados han intentado importar algunas otras razas, pero más por razones de entretenimiento que por su utilidad. Así ocurrió con la gallina Sedosa y la enana americana.
Los pavos son después de los pollos las aves más comunes en la isla. Los hay en casi todas las propiedades de cierta importancia, aunque rara vez en la zona montañosa; abundan, en cambio, en los términos de Marratxí, Palma (cerca del Prat de Sant Jordi), Sencelles, santa Eugènia, Algaida y otros. Los vemos en gran número alimentándose de granos, insectos y hierbas en campos y “garrigues”, vigilados por jóvenes pastores (“indioters”) que los dirigen con una caña. Tienen estos animales gran afición por las bayas de lentisco, además de alimentarse de restos de comida, bellotas y salvado hervido. En cada finca suele haber un par de pavas (“polles d’Índia”) para la cría. En Sa Cabaneta, barrio del pueblo de Marratxí, esta actividad representa una verdadera industria que ocupa a casi todos los habitantes, como no ocurre en ningún otro lugar de la isla.
Los pavos mallorquines son de color negro con un bonito brillo metálico, aunque hay también algunos pocos de color blanquecino. Rarísima vez son del todo blancos."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
Programación: torresmarques.com :: Diseño: Digitalpoint