Mallorca

Flora al sureste de la isla

"Dirijamos ahora nuestra atención hacia las colinas situadas en el sureste de la isla. Damos aquí con una vegetación aproximadamente igual que la existente en las cotas medias de la sierra, aunque se nos antoja interesante la presencia masiva de la palmera de palmito (Chamaerops humilis), que cubre casi por completo los altos que median entre Pollença y Artá, llegando hasta la cumbre del Bec de Farrutx, que viste de densos setos de intenso color verde.

Con todo, son estos son estos impresionantes cantiles los que encierran el máximo interés para el botánico, pues constituyen el hábitat de una considerable cantidad y variedad de curiosas plantas que, en cierto modo, representan una especie de intermediario entre la flora de las montañas y la que es más propia de las playas o línea costera. Cabe destacar sobre todo al alcaparro, espinoso y de hermosa flor, que medra exuberante en los acantilados, así como los viejos muros, característica común esta de todas las plantas que viven en las rocas.

Entre las crucíferas tan abundantemente representadas en todos los parajes de Mallorca encontramos aquí, en especial, Matthiola incana, Cheiranthus cheiri y Koenigia maritima; adornan los viejos muros Sagina apetala y una especie de Ruta, en tanto que no dejan de mostrarse las hendiduras de las rocas Silene brachypetala, Arenaria tenuifolia y A. procumbens, conspicua también en muchas paredes viejas de la ciudad de Palma.

Citemos asimismo Linum gallicum y las especies de Trifolium, que muchas veces extienden sus dominios hasta las mismas orillas del mar, como hacen T. hybridum, T. tomentosum y T. procumbens. Tapias y muros se adornan frecuentemente con plantas grasas, como Mesembryanthemum nodiflorum, varias Sedum y Semprevivum tectorum, presente en especial en los viejos tejados de Alcúdia. Una umbelífera, Crithamum maritimum, puebla los farallones rocosso de Banyalbufar, y una valerianácea, Centranthus calcitrapa, ha encontrado perfecto acomodo en las grietas de casi todas las paredes. Scabiosa cretica y S. columbaria son también muy comunes en tales parajes, en tanto que Lactuca spinosa parece restringir su presencia a los alrededores de la cueva de Artá.

Helychrysum stoechas y H. decumbens engalanan en mayo con sus botones dorados las superficies verticales de las rocas, donde la jugosa Aloe vulgaris ("flava") asienta siempre formando tupidos grupos. Aparece fundamentalmente en La Mola de Andratx, y aun con más abundancia en las estribaciones próximas a Soller. Entre las gramíneas destacan sobre todo Triticum ciliatum y T. rottboella, dueñas de numerosas rocas."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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