“Las calles de Galaxidi están llenas de baches y la mitad está encima de suelo de rocas; en algunas hay una canal para los desaguas en medio. Las casas son, con pocas excepciones, bastantes pobres, por regla general cuadradas, abajo hasta el primer piso de piedra con algunos cierres en las esquinas, arriba casi siempre construidas de fango y paja con trozos de madera, que es una ventaja en esta región que sufre terremotos. Suelen tener escaleras exteriores. Extraño las chimeneas construidas al estilo turco con sus tubos de albañilería en la parte exterior de las casas. Los hornos suelen estar fuera y normalmente son redondos, algunas veces rectangulares.
Realmente toda su riqueza la deben exclusivamente a sus barcos, que tienen fama de ser los mejores del Hellas junto a los de Syra. Galaxidi cuenta ahora con 350 barcos, 250 de ellos con más de 100 toneladas. La construcción de barcos fue muy importante hasta ahora; al año se hacían entre 12 y 15 barcos, mínimamente 9. Hace meses no se hace ninguno, dicen que es por culpa de una orden de gobierno de no tallar ningún árbol.”
“Al lado del muelle que están construyendo hay una placeta pequeña donde se vende pescados y frutas debajo de techos apoyados con palos. En la marina se ve gente paseándose con orgullo, vestidos con bombachos azules y fez rojo según la costumbre levantina, algunos envueltos en pieles, otros vestidos con Fustanella, el fez inclinado atrevido hacia un lado. Muchos llevan el rosario en la mano según la costumbre turca, negros, de ámbar y luego casi siempre con piezas grandes.
Delante de los cafés y bares nunca faltan los jugadores de cartas. Se puede entender que sobre todo los domingos está muy animado, cuando no solo los paseantes habituales recorren alegremente las calles sino también numerosos marineros con las mangas de las chaquetas remangadas. Es agradable escuchar por la tarde los cantos alegres en la noche tranquila, que llegan desde la playa o desde los barcos locales anclados en el pequeño puerto con su aparejo alto que ofrecen una imagen fantasmagórica. Como acompañantes les sirven las canciones griegas de chicos, que pescan en la orilla con una luz vacilante con el tridente. Algunas veces son barcos que pescan con la luz de las antorchas y rodean las puntas como fantasmas; cuando vuelven luego llenos de peces también cantan ellos alegremente y fuertes.”
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