“Árboles frutales hay pocos. En las alturas se encuentra muchos perales viejos y salvajes con un tronco grueso que producen una cantidad grande de peras pequeñas y duras; se recoge y se seca como los nísperos encima de paja. Solo en los jardines de la ciudad y cerca de los pueblos se puede ver árboles frutales aislados. Hay manzaneros, perales, membrilleros, nogales, melocotoneros, albaricoqueros, ciruelos, cerezos, guindos, nísperos japoneses, limoneros, naranjos y morales.
Los manzaneros sufren mucho por unos gusanos que agujerean los troncos; los melocotoneros están dañados por la Malagra. Solo los limoneros y naranjos producen una cantidad considerable de frutas. Hay un membrillo de muy buen sabor y olor; una variedad es muy grande y carnoso, se llama aquí membrillo de Sta. Maura. Sirve sobre todo para hacer confitura.”
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