De La Mola
Pasadas ses Clotades se inicia la elevación de la Mola, que constituye la parte más alta de la isla. Se trata de una loma uniforme y casi rectilínea, acaso algo abombada, poblada de pinos y sabinas en su parte central, y que distalmente por fuera cae abruptamente sobre las aguas. Toda ella se cubre de una capa de arena blanca igual que la que encontramos en la estrecha orilla a sus pies, a continuación de la Platja de Migjorn. Esta arena se mezcla con la arenisca amarillenta, razón por la cual el color se ofrece en diferentes tonalidades entre el amarillo y el más luminoso de los blancos.
En lo sucesivo las vertientes se hacen más escarpadas, más peladas y rojizas, hasta dar con el promontorio llamado Punta de la Xindrie, cuya cima, casi rectilínea, que se precipita acantiladamente sobre el mar se yergue el faro de Formentera con su blanquísima torre, divisable incluso desde Eivissa sobre el fondo oscuro y vaporoso de la isla.
Consiste de una planta cuadrada en cuyo centro se haya la torre; muros y bóvedas de piedra c arenisca, mientras que zócales, esquinas, remates, pilares y la propia torre consisten de sillares de piedra caliza.
Los despeñaderos de Cap de sa Palmera se orientan ya hacia el Norte, y a partir de este punto la costa va allanándose poco a poco hasta la Cala de Sant Agustí, insignificante puerto que los pescadores llaman también es Caló. Desde aquí hasta la Punta d’es Carnatge la orilla consiste en una playa arenosa similar a la del Sur, aunque la Platja de Tramontana, nombre correspondiente a este paraje, es mucho más corta que la Platja de Migjorn, en tanto que la profundidad de las aguas es bastante mayor, pues incluso muy cerca de la orilla se miden hasta 5 brazas.
Mar adentro y en no poca medida se proyecta un saliente que se inicia ya en la elevación occidental de la isla llamada Punta Prima, coronada de una redonda torre de igual nombre. La ensenada sita inmediatamente detrás se conoce como Racó d’es Corsaris, al que sigue algo más de lejos el Racó d’es Pujols, tras el cual se alza airosa una duna de arena muy blanca llamada Muntanyar.
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
