Desde el elevado Baluard de Sant Jordi, la muralla, que en este tramo da con exactitud al Oeste, discurre ahora cuesta abajo para unirse al Norte con el Baluard d’es Portal Nou, sito al pie de un montículo. Desciende a lo largo del muro un camino desde el que se goza de una hermosa vista sobre el cercano Puig d’es Molins, sembrados de numerosos molinos de vientos, y sobre los lejanos collados de Ses Salines. A media distancia entre el Baluard de Sant Jordi y el d’es Portal Nou el muro forma un saliente muy obtuso, donde se alza el Baluard de Sant Jaume. Se parece por construcción al de Sant Jordi, asienta sobre base abovedada y cuenta con siete aspilleras y una garita coronada por una pequeña cúpula.
Desde el Baluard d’es Portal Nou, un muro alto y perfectamente rectilíneo enlaza con el Baluard de Sant Joan, el mayor de todos los existentes. Este presenta dos salientes en ángulo obtuso y dos más en ángulo recto, amén de tres largos laterales provistos de once aspilleras y tres cañones desmontados. En dos de las esquinas encontramos sendas garitas, y desde el centro del baluarte y a lo largo de un muro semiderruido desciende un camino hasta la ciudad.
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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