Un muro recto, no tan alto en razón de la propia elevación que presenta el terreno en este lugar, une el Baluard de Santa Tecla con el de Sant Bernat. Este descansa sobre un otero pelado, de piedra caliza, muy arromado en todos sus salientes y víctima de la erosión inclemente. El lugar carece de todo tipo de artillado y asienta sobre sólidos cimientos sostenidos por arcos cubiertos profusamente por grandes matas de alcaparras. La vista que desde aquí se ofrece sobre el Castillo con su Torre de S’Homenatge es de gran belleza.
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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