Corinto está situada en un lugar estratégico que le ha valido una posición especial en la historia. Aún así dicha posición es hoy en día relativamente mucho menos importante de lo que pudo haber sido en el pasado.
Tal como ya indicaba el Archiduque, un gran terremoto hizo que se abandonara el viejo Corinto, lugar en el que se hallan actualmente los principales restos arqueológicos, por una nueva ubicación junto al mar.
Llegando desde el mar podemos observar la actual Corinto y aprovechamos para mostrar la imagen actual que coindice con el grabado del Archiduque. Al desembarcar podemos ver asimismo la disposición de las calles, anchas y cuadriculadas que le dan, en su geometría, el típico aspecto de las nuevas ciudades coloniales del s.XIX.
En la nueva Corinto se observan hoy en día, de forma evidente, los impactos de la crisis económica. Vemos muchísimas tiendas cerradas y en el paseo marítimo mucho vagones abandonados sobre las vías del tren.
Desde ese mismo paseo marítimo tomamos otra imagen de Corinto hacia el puerto. Y ya de vuelta vemos una magnífica puesta de sol en la que se perciben las montañas del Peloponeso.
A la mañana siguiente pudimos visitar Akro-Corinto. Todo el recinto está bien señalizado aunque se nota que ya no hay muchas personas para su vigilancia y mantenimiento. La entrada es espectacular y después van siguiendo varias entradas que constituían varias líneas de defensa.
Una vez en el recinto nos llaman la atención las fuentes del período clásico que fueron renovadas con estilo bizantino. Vemos asimismo una mezquita y una iglesia que reflejan las diferentes dominaciones de la ciudad.
Llegamos finalmente a la parte más alta del recinto en donde se hallan los restos del templo de Afrodita. Desde allí tenemos una magnífica vista hacia el estrecho de Corinto. Aprovechamos para incluir una foto del canal de Corinto que también pudimos visitar.
Bajamos ahora hacia el viejo Corinto. Vemos una imagen del viejo Corinto desde la colina en la que se sitúa Akro-Corinto y otra imagen de Akro-Corinto tomada desde el viejo Corinto.
En el viejo Corinto visitamos los restos arqueológicos del Corinto romano. Allí vemos la fuente de Afrodita y el templo de Apolo. Tal como hizo el Archiduque tomamos una imagen en la que sólo se ven seis columnas a pesar de que quedan siete en pie.
En realidad en el momento en el que el Archiduque pasó por el viejo Corinto era prácticamente lo único que se veía y que recordaba a la antigua ciudad romana. Podemos ver una foto tomada a principios del s.XX en la que se ve una gran pradera al lado de las columnas y otra tras las excavaciones tal como se ve en la actualidad.
Para acabar vemos una imagen del odeón y un esquema de cómo fue la antigua ciudad romana de Corinto, aquélla que ahora podemos asociar de forma más tangible a aquellas cartas de San Pablo que tanto se repitieron en nuestra juventud …
Después de esta visita ya nos queda poco en el Golfo de Corinto. Pronto estaremos en Lepanto, otra de estas visitas que prometen grandes emociones.
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