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"Es bastante uniforme en toda la isla, aunque en algunos lugares ha conservado mejor su estilo original. Así ocurre sobretodo en la región del llano, al contrario de lo que sucede con la indumentaria que va perdiendo progresivamente su carácter tradicional. Las sillas (cadires) son de tipo muy variado, con el asiento a base de palmito trenzado "bova" o esparto. Una variante más pequeña, pero de construcción idéntica a las grandes recibe el nombre de "cadireta", y las que carecen de respaldo, "cadires baixes". Estas últimas, muy comunes asimismo en Eivissa, gozan de especial favor entre gentes del campo.
Las mesas "taules" suelen ser rectangulares, de 16 a 20 dm. de longitud y de 12 a 16 de ancho, con cuatro cajones, y de madera de pino, chopo u otras semejantes. Las mesas de comer usadas por los peones de campo son de considerable longitud, aunque las hay también de reducidas dimensiones, en cuyo caso reciben el nombre de "tauletes". Un tercer tipo de mesa que parece haber gozado de gran predicamento en Mallorca es el de los llamados "Bufets", que ya no se fabrican en la actualidad. Las que puedan quedar en las poblaciones y predios deben ciertamente su supervivencia a su solidez. Son mesas rectangulares de 16 a 20 dm. de longitud y de 12 a 16 de ancho por 8 de alto, sobre cuatro patas oblicuas torneadas de las más distintas maneras. Cada par de patas es reforzado por dos travesaños horizontales asimismo trabajados, reafirmados a su vez por dos piezas de hierro fijadas en el centro del sobre de la mesa por su parte inferior; de ahí que carezcan de cajones. Los bufets solían ser construidos de nogal, roble, olivo o morera.
En una de las habitaciones pequeñas de la planta superior de la casa suele ubicarse la preciosa cama de matrimonio llamada "llit de camp entorsillat" o "llit de matrimoni". En las poblaciones y en las casa de los campesinos más adinerados aquel suele estar elegantemente trabajado en madera de nogal, morera u otra madera de color. Las torneadas columnas, unidas en uno de los lados por un cabezal trabajado en el mismo estilo, sostienen un dosel que, al igual que los cortinajes y los laterales del lecho, es de indiana, lana o seda, o de damasco, según el pecunio del propietario. Las más de las veces se usa indiana, adornada con dibujos de damasco de color azul o rojo. Los menos pudientes prescinden de los cortinajes. Parece ser que antiguamente esos lechos eran de uso del todo común en Mallorca; hoy en cambio apenas se construyen y en los pueblos se tiende hacia muebles más modernos, incluso de hierro, aunque justo es decir que no se desechan las piezas antiguas.
Un mueble característico presente en todas las casas campesinas, al igual que en muchas poblaciones y predios, es la "caixa", hoy fabricada sólo ocasionalmente por encargo de algún payés. Se trata de una especie de arcón, generalmente de 1,5 m. de largo por 0,5 de ancho, que se alza sobre pequeños tacos a modo de pies, y se construye en pino, olivo o nogal, ricamente ornamentados con toda suerte de tallas. En ella se conserva la ropa blanca, vestimenta u objetos de valor y entre las gentes más humildes puede que aloje toda su fortuna. Los propietarios ricos de algunas localidades incorporan progresivamente a su ajuar los llamados "canteranos" o cómodas, y en tiempos modernos, hasta armarios (guardarrobes) de madera diversa, abundando los de caoba, nogal o cerezo, adornados con toda clase de tallas e incrustaciones; las primeras presentan a menudo un sobre de mármol, y los segundos un espejo en su cara anterior."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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