Los Informes de Comparación están bajo licencia de:
"Si llevamos nuestra atención a la Sierra encontramos que el llamado pino de Alepo (Pinus halepensis) y las encinas (Quercus ilex y Quercus ballota) ocupan la mayor parte de los bosques.
El Pinus pinae aparece sólo de manera aislada, por lo común en lugares dispersos de la costa norte que dan al mar, desde donde se les distingue claramente desde lejos entre las picudas copas del pino mediterráneo. Aquí y allá alternan con algarrobos y, donde el suelo es menos pedregoso, ceden a su vez a jugosas parras que se adaptan suavemente a la tierra y a grandes melocotoneros en número harto abundante.
Los lentiscos (Pistacia lentiscus) forman matorrales del más intenso de los verdes; los arrayanes (mirtos) en flor confieren una especial fragancia al balsámico aire de la mar, mientras que entre su profundo verde oscuro destaca el más claro y luminoso de Buxus balearica y laurus nobilis. Estas dos especies arbóreas se dan con más frecuencia en los alrededores de Lluc, donde Buxus balearica crece hasta la cota de los 500 m.
A altitud superior se encuentra todavía en el Puig de galatzó, donde guarda compañía a la palmera Chamaerops humilis desde los 700 m. hasta la cima entre formaciones de roca caliza. En todas las montañas apreciamos la presencia de Ilex balearica, que los baleares llaman arbre de visc; más escaso es, en cambio, Ilex aquifolium, que sólo se presenta en el Puig de Tortella. La exuberante vegetación se nos ofrece salpicada aquí y allá de dos tipos de encina más pequeños, Quercus coccifera común, llamada coscoy por los isleños, y la menos frecuente Quercus pubescens. Sumemos a ellos los enormes troncos de Juniperus oxycedrus y los viejísimos ejemplares, de retorcida presencia, del tejo (Taxus baccata)."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
Programación: torresmarques.com :: Diseño: Digitalpoint