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“Salvaje en la inclinación de sus precipicios y aún más salvaje en la fuerza impetuosa del mar, que se rompe hacia los mismos en días de tempestad, sale Ay Sostis como un enorme miliario desde el mar. También el soplo de las leyendas anima sus peñascos. Dentro de la profunda sombra de su barranco hay una aislada capilla dentro de la cual gotea el agua desde arriba como un obsequio sagrado y que recuerda a la persecución de los viejos tiempos. Con devoción pasan en días de calma los marineros por este curioso y alto acantilado y saludas el lugar donde se revelaba la protección el cielo.”
“Apenas existe otro lugar de la costa alrededor de Parga que llama tanto la atención que los precipicios abruptos de Franko Pidima con el cabo que sale como un pico. Y aún parecen más imponentes aquellos si uno escucha diversos lóbregos cuentos de su pasado oscuro, relacionados con los mismos.”
El pantano de la isla desde el mar
“El eterno beso del mar mordió también la piedra. Como setas salen algunas islas desde el mar, cuyas partes superiores resisten aún con fuerza las olas de tempestad que los sobrepasan en algunos días. Solo en días tranquilos y sin viento uno se puede acercar a ellas y contemplar en su sombra la vida marina animal y vegetal que se desarrolla en ellas.”
En el video, aunque no se oye muy bien, podemos ver Parga desde una cierta distancia. A la izquierda vemos en primer lugar la playa de Valto, después la colina en la que se sitúa al castillo, la ciudad y los islotes a continuación, y finalmente la costa sur que sigue después de la ciudad.
La costa de Parga presenta algunas bonitas imágenes tanto hacia el norte como hacia el sur. Hacia el norte podemos ver el monasterio que se sitúa en la colina norte de la bahía de Valto. Un poco más adelante vemos el castillo de Ali Pascha desde el mar.
Sigue Ay Sostis con la magnífica roca puntiaguda que apunta al cielo. Justo al lado se ha construido una iglesia gracias a la promesa de una mujer que pidió protección para su hijo en un día de tormenta.
El acantilado de Franko Pidima, que se halla un poco más lejos siguiendo hacia el norte, es singular debido al ángulo que forma el extremo superior del mismo.
Por último ya regresando a Parga vemos de nuevo la línea de islotes que se halla en frente de la ciudad.
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