Los Informes de Comparación están bajo licencia de:
Esta cueva llamada KAHLIA por los árabes y seguramente de origen antiguo. Se usa para darse unos maravillosos baños. A través de la boca, situada al noroeste hacia el mar, se encuentra una especie de plataforma para el anclaje de los barcos, entran las olas hasta el fondo cuando hay marea fuerte, y uno se puede refrescar y recrear allí dentro sin ser visto y protegido del sol. La cueva consiste en dos cuartos principales y algunos laterales. Un cuarto a la izquierda de la entrada tiene un banco de roca por todas las paredes. A través de tres ventanas dentro de la roca al lado del embarcadero y una al final del canto más largo hay entra un poco de luz y si se baja la escalera se ve el mar hacia los dos lados, hacia el final del salidizo y hacia la ensenada, con una luz mágica. A lado de la escalera un HAMMAMDJI con un turbante correctamente atado y una toalla peluda turca sobre el hombro recibe a los visitantes ( aunque la cueva pertenece al general, éste permite que se utilice). Es curiosa la preciosa blanca tonalidad de la piel como marfil, que ha adquirido este joven HAMMAMDJI a causa de la larga estancia en la cueva.
[ HAMMAMDJI = hammâmdje = empleado de los baños; baño = hammân]
Archiduque Luis Salvador de Austria, Ed. de Leo Woerl, Eine Yacht-Reise an den Küsten von Tripolitanien und Tunesien, Würzburg und Wien, (2. Ed.)
La cueva Kahlia se encuentra en la misma zona desde la que fotografiamos Monastir a la distancia, justo encima de la playa. Hoy en día es un restaurante, La Grotte, que ha adaptado y modernizado la cueva. El señor Dawla nos contó que en el pasado sólo podían ir las mujeres, y que se solían organizar pedidas de mano en la misma.
Programación: torresmarques.com :: Diseño: Digitalpoint