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“Tampoco faltan cafeterías dentro de los bazares; suelen estar llenos de tunecinos que beben con placer el café que huele muy fuerte desde unas tazas pequeñas y frágiles. Están sentadas allí no haciendo plácidamente nada, en parte con las piernas cruzadas, en parte tumbados en unos bancos laterales y soplan grandes nubes de humo desde sus inmensamente largas pipas. Interesante también son las barberías con sus espejos, donde hay en algunos casos cuadros primitivos de veleros; los orientales se rapan la cabeza completamente sin preocuparse de la gente que pasa y mira.”
Archiduque Luis Salvador de Austria,Tunis. Ein bild aus dem nordafrikanischen leben, Heinrich Mercy, Prag, 1870
Hoy en día se encuentran pocas cafeterías en la medina. La nueva ciudad que fue desarrollada por los francesas alberga la mayoría de cafeterías. Las más elegantes se hallan en la avenida Habib Bourguiba, algunas con el sabor de las viejas cafeterías tunecinas, otras a la moda como se podrían encontrar en cualquier ciudad europea.
En las más modernas observamos hombres y mujeres. En las más tradicionales, de la misma forma que ocurre en muchas partes del país, se observa una mayoría de hombres.
En cuanto a las barberías encontramos una zona de la antigua medina en la que se concentraban varias de ellas. Después de una larga conversación con uno de los barberos, descendiente de los andalusís expulsados de la península ibérica, nos ofrecieron un corte de barba que dejamos para más adelante… Habrá que volver a Túnez…
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