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“Entre todos los lugares del Golfo de Fiume, no hay ninguno más importante que la honda bahía de Buccari-Porto-Rè, circundada de montañas. Aquí está el puerto, casi construido por la naturaleza misma en la profundidad de la ancha rada. Se puede entrar en el Golfo de Fiume desde el mar por tres bocas, y desde este punto llegar al Golfo de Buccari; pero encontrándose ante la entrada del mencionado golfo, no puede verse el mar por ninguna de las desembocaduras, porque son muchas las montañas e islas que rodean este golfo, precioso como un bastidor.
Lo mismo que el mar abierto es invisible desde el Golfo de Fiume, así se sustrae casi completamente la vista de la bahía de Buccari; solamente se nota su entrada desde el puerto delantero, situado al lado del sur. Quiere decir que la bahía se extiende casi paralelamente a la costa, porque está conformada como un martillo: si comparamos la entrada con su mango, así son sus dos lados como su cabeza. De ambas partes de la bahía, la del norte es la más importante y tiene por nombre ´Golfo de Buccari´, a causa del pueblo, situado al fondo.
Por el mismo motivo el otro lado, que es la mitad de largo, de llama ´Golfo de Buccarizza´. Ambos lados juntos miden cerca de dos de millas náuticas. Las orillas del Golfo de Buccari en general son altas y montañosas y de piedra caliza. Sólo en el fondo de ambos golfos de Buccari y Buccarizza se extienden valles ascendentes y cerrados por lomas, de los cuales el e Buccarizza ostenta en su fondo también areniscas libres de fósiles y margas.”
A.L.S.: Buccari, Praga 1871
Las tres entradas del golfo de Fiume/ Rijeka (o Kvarner) se forman entre las costas del continente y las islas de Krk y Mali Losinj. Opatija se encuentra en la parte más interior del golfo, y Bakar en la parte sur justo antes de llegar a Krk. Unas millas más al sur de Bakar se encuentra hoy en día un puente que une el continente con la isla de Krk.
Pudimos visitar la ciudad de Rijeka que nos pareció muy dinámica, bien cuidada y con atractivas zonas históricas en el centro de la misma.
Justo antes de llegar a Rijeka se observa una considerable cantidad de industria pesada. Desde esa zona, en la que se encuentra el estadio de fútbol, también tomamos una vista de la bahía mirando hacia Opatija.
Efectivamente es difícil vislumbrar la entrada de la bahía de Bakar hasta que uno no se halla relativamente cerca, aunque los pequeños faros que se hallan en los extremos de la boca de entrada lo hacen más fácil. En la fotografía vemos la boca de entrada vista desde el interior de la bahía de Bakar.
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