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“Llegué por primera a Venecia en un día precioso del mes de junio de 1861. El cielo y la laguna eran del azul más puro y esplendoroso; era uno de esos días en los que la naturaleza parece querer apropiarse de todos los colores con el fin de realzar la belleza de uno de esos lugares en los que parece dejar de forma preferente su atractivo.
Sólo había venido a Venecia para pasar un verano y finalmente me quedé todo el invierno. Desde aquella primera vez he regresado muchas veces, y la ciudad de los Dogos se muestra a mis ojos siempre con nuevos atractivos.”
Archiduque Luis Salvador de Austria, Excursions artistiques dans la Vénétie et le littoral, Imprimerie de H. Mercy, Prague, 1868
Necesitamos una docena de días para llegar desde Mallorca hasta Venecia. Tiempo que incluyó algunos pequeños contratiempos de navegación y de mecánica. Así pues llegar fue todo un placer. Llegamos por mar a Venecia en un día del mes de junio, tal como lo hizo el Archiduque.
En el momento de la llegada la ciudad nos recibió con una tremenda tormenta. La entrada en la laguna con poca visibilidad y con la corriente interna de la laguna, que acabaría jugándonos alguna mala pasada, nos mostró que llegábamos a una zona de navegación desconocida hasta entonces.
Video: NIXE III Project: Storm arriving at Venice
La primera parte del verano 2011 iba a ser meteorológicamente complicada, y ya estábamos empezando a experimentarlo.
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