“Muy imponente se presenta la pequeña ciudad, desde la carretera, cerca del humilde hospital, con su castillo de Frangipani coronando el alto en que se encuentra la única puerta de Buccari, la Vela Vrat, un arco simple bastante moderno. Por él nos dirigimos al pintoresco pueblo.
Buccari está construido casi como un triángulo; en el lado de la colina del golfo ascienden las casas; graderíos, piedras y callejas estrechas son cien veces tortuosas y cruzadas sin dirección o plan. Sin excepción, las casas están cubiertas de tejas de madera y la mayor parte coronadas de chimeneas muy altas. Su construcción es muy sencilla y tosca; pues muchas veces, en Buccari el propietario de una casa fue simultáneamente su arquitecto y albañil. Las escaleras, colocadas al exterior, las columnas y soportales de pequeños aleros, dan a las casas un aspecto un poco disparatado, recordando al Sur profundo. Habitualmente, las casas tienen buhardillas, que también son usuales en el Fiume vecino.”
A.L.S.: Buccari, Praga 1871
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