Trabajo duro
“El trabajo puede ser lo más humillante, que castiga a la mujer eslava, pero su postura siempre es noble y si uno de estos niños marrones del sur vestido con un traje oscuro,
escondiendo el fuego ardiendo de sus ojos debajo de unas pestañas largas, nos dice un ‘Bog’ tímidamente, entonces creemos no ver a un ser humano sino una figura aureolada delante de nosotros. De vez en cuando descansan las mujeres en la sombra de un grupo de encinas de verde fresco en el lado de la carretera y charlan alegremente entre ellas, después de haber puesto su carga pesada que llevaban en los hombros encima de una roca. Después de una corta pausa se levantan de nuevo y durante un buen rato se ven subiendo el inclinado camino.”
A.L.S.: Buccari, Prag 1871
