“Ningún otro paraje de las islas Lípari estan agradable como el de la ciudad de Lípari, una ensenada bastante profunda, protegida de casi todos los vientos, expuesta slamente a los vientos del este y del sudeste, los cuales, no obstante, aunque no pueden ser parados inmediatamente por la vecinas costas de Sicilia y Calabria, sí al menos ven disminuida su fuerza, aunque a veces los vientos del sudeste, que soplan en el estrecho de Messina, pueden ser tan fuertes que uno se ve obligado a abandonar el fondeadero y buscar protección tras la colina de Canneto. Forman la ciudad una fortaleza que corona un promontorio de rocas de lava casi verticales, el castello, y las casas a los pies del mismo que se extienden tierra adentro y con la Marina curta al sur y la Marina luonga al norte llegan hasta la playa (p.3)”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
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