"De todas las fábricas que hay en Mallorca, las más numerosas, importantes y que más empleados tienen son las de hilados y tejidos que trabajan el cáñamo, lino, algodón, lana y seda. Distinguimos dos clases: las que por le importancia de su plantilla y máquinas (a veces de vapor) merecen ciertamente el nombre dicho, y aquellas que cuentan con un reducido número de operarios, que hacen avío con simples "telers" (telares) y "torns" (tornos) manualmente operados.
Independientemente de las fábricas de tejidos de hilo, algodón y cáñamo que hay en Palma -las más importantes- hay a su vez dos más en el término de Establiments, otras dos en Artà y una en santa María y Sóller respectivamente. La industria de tejidos experimentó en Sóller su crecimiento más significativo especialmente a raíz de la enfermedad de la naranja. La hacendosa población intenta hacer ahora mediante el telar los ingresos que ofrecía antes el agradecido fruto que apenas requería especial dedicación. Pero si antes podían oponer tenaz competencia a los tejidos franceses, fuertemente gravados en la aduana, ahora son los tejidos catalanes, bastante baratos, los que representan la competencia más dura. Su libertad arancelaria imposibilita que los productos mallorquines salgan al mismo precio que los catalanes, fabricados con máquinas a vapor. Sin duda, los tejidos de Sóller son más consistentes, pero la mayoría de compradores prefiere atender a la economía. Por lo demás es difícil hallar alguna localidad isleña que no tenga actividad tejedora, y son especialmente prolíficas las de Inca y Santa Margalida.
Las manufacturas mallorquinas más características y de mayor importancia son las de camisas de hombre, pantalones y otras prendas de vestir para ambos sexos. En ellas se utiliza el algodón, el hilo o ambos mezclados y reciben comúnmente el nombre de "llista mallorquina". Asimismo se producen tejidos de hilo y algodón para ropa de cama y mesa (particularmente manteles, servilletas y toallas con flecos) que se distingue especialmente por su resistencia y calidad. Después de la "llista" siguen en importancia las mantas de lana para cama, cuya fabricación se ha desarrollado en los últimos tiempos de forma inusitada. De estas últimas manufacturas, casi la mitad de las primeras y un 80% de las segundas son exportadas a la Península, a Cuba, Puerto Rico y a las otrora colonias americanas.
La fabricación de tejidos de seda, antaño tan importante, ha conocido en este siglo una paulatina decadencia hasta desparecer del todo. Hace no muchos años subsistía en la palmesana calle de San Miguel una fábrica de tejidos de seda y terciopelo; sus artículos eran muy valorados por su belleza, finura y consistencia. Aún se pueden ver en algunas casas cortinas de damasco y mantas originarias de esta fábrica. Podemos hallar también otras mantas de origen palmesano que datan de tiempos lejanos y de belleza ciertamente singular. Hoy se fabrican limitadamente cintas de seda ("mides") destinadas a ornar las imágenes marianas, a modo de exvoto, o a modo de recuerdo de algún santuario. En Deià, y concretamente en Llucalcari, vive un hombre que fabrica estas "mides" para los peregrinos que acuden a Lluc."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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