Habilidades
"La fuerte constitución de los mallorquines, su sobriedad y la sencillez de sus costumbres los hacen gente ideales para el campo, y como hemos podido comprobar aquél es el que los convoca en mayor número. Su capacidad para estos trabajos queda plenamente demostrada por el estado actual del agro mallorquín, incluso huérfano de otras aportaciones que no sean la laboriosidad, el instinto y las costumbres que sus cultivadores han heredado de sus antepasados. ¿Qué no habría de conseguir un pueblo con esas habilidades y buena disposición si pudiere emplear todos los medios de que hacemos usos en nuestras latitudes?
También están particularmente bien dotados para los oficios manuales e industriales, en especial para aquellos que requieren cierto sentido artístico, como pueden ser la orfebrería, la ebanistería o el arte de bordar de las mujeres. Muy común es asimismo entre ellos el talento para la música, la pintura y, sobre todo, para la poesía. Poca importancia en cambio, se concede a las ciencias, que cuentan en la actualidad con pocos representantes; no así las ciencias morales, en las que han destacado y con no poco mérito.
No suele ser muy emprendedor el mallorquín, y prefiere la ganancia pequeña pero segura a la de más entidad pero fruto de una gestión empresarial a largo plazo que siempre entraña cierto riesgo. De ahí que no esté tampoco muy desarrollado el espíritu de asociación, si bien es cierto que en estos últimos tiempos las cosas parecen haber cambiado algo en este sentido, como demuestra la existencia de algunas sociedades mercantiles ya pujantes."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
