“Las casas de campo de Lípari suelen tener por delante una terraza o astricu con tres o más columnas blanqueadas, las cuales sostienen una cubierta de parra, que a veces falta y es substituida por haces de caña, o se queda como una mera terraza al sol. Una de estas columnas presenta a menudo una finestra, un agujero para poner toda clase de cosas, y alrededor del astricu hay bancos, a menudo con macetas como arriate a los lados, que la mayoría de las veces están adornadas con claveles; a un lado suele haber también un pequeño lavadero.
Algunas de estas casas disponen también de cisterna exterior, en otras por el contrario ésta se halla en la misma casa. Pero casi en ninguna casa falta esta instalación por completo imprescindible en un territorio casi sin fuentes, que permite sacar agua a veces de la forma más primitiva, sea con hojas de tuna o con una caña agujereada. Desde el astricu, una escalera exterior, con una o dos escalinatas colocadas por lo general en el rinconcillo, conduce a los recintos superiores, que a menudo dan a un pequeño astricu”.
Archiduque Luis Salvador, Islas Lípari, 1895, Traducció Associació Amics de l’Arxiduc, 2008
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