“Después de la punta alargada de Portozollo ofrecen los arrecifes salientes un cierto refugio. Bonita es la vista desde aquí hacia Vrondonero con su despeñadero alto, de una color azul y verde, que baja verticalmente al mar, y el vallecito corto que sigue. Delante del mismo hay dos pequeñas cuevas; la más grande es la de arriba, con una profundidad de aproximadamente cuatro brazos. Rocas grandes de yeso han caído y están abajo y delante de la punta salvaje de Vrondonero hay pequeños arrecifes negros. Se espera haber encontrado carbón por allí. También se puede ver trozos de alabastro blanco; luego vienen piedras negras y despeñaderos donde el agua cae desde VRONDONERO que casi son como bermejos y en algunos sitios gris como el hierro. Hay por aquí unas capas raras de conglomerados y un agujero que parece un cuenco rodeado de plantas.
Muy bonito desde aquí la vista hacia el Aspra Paniá blanco. El Ypsolitho nos ofrece en este lado una roca blanca. Numerosos hornos donde se cocía cerámica están cerca de la orilla. Luego vienen rocas de yeso, formadas de capas grandes hacia el este.
“Desde aquí hasta al Ay Sostis se alarga la orilla de Laganá que rodea una bahía grande del sur; el Kastro y la montaña de Cephalonien sirven de fondo. Las alturas del Kavallaris y también del Geracario aparecen. Algunas veces cuando hay un viento del noroeste, los barcos anclan en la bahía. Las dos pequeñas islas sirven a esta bahía de adorno. El Ay Sostis parece desde aquí bajo y alargado. Pequeñas dunas de arena se levantan detrás de la orilla de la playa. Se ve la colina alargada de Sarakina con sus cipreses y no lejos del mar la casa rojiza de Stravopoli.
El Ay Sostis era la prolongación de este cabo y un trozo de sus capas está allí en solitario. El mar tiene tan poca profundidad aquí que se puede ir a la isla pequeña con carro para cargar las piedras. Debajo de la pequeña isla que solo tiene arriba una parte plana cubierta de césped, las capas que van hacia el sureste, forman una especie de puente bajo; se puede ver a través de este puente el horizonte. El Ay Sostis tiene laminas delgadas, solo en la parte de abajo hacia el aparecen unas capas más grandes de marga calcárea y son parecidas a la piedra de Malta. El Ay Sostis forma hacia el sur un pequeño cabo con un trozo de orilla de piedrecitas que le da junta a Marathonissi y Cap Kerí en el fondo, una imagen pintoresca. En la altura crecen arrayanas bajas, lentiscos y AGLEURAS. La vista se va desde aquí al Megalo Vunó, Lithakiá y las alturas que se alargan hacia Kerí, además de la bahía grande y la ciudad.
Visto desde fuera parece la isla pequeña como una hoz. El cabo cercano ofrece unas capas bonitas en forma de placas que sirven perfectamente por ejemplo para hacer mesas en los jardines.”
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