“La riqueza pesquera se mantiene constante porque los barcos, que se detienen poco, pescan casi exclusivamente langostas.
Los barcos que se dedican a la pesca de la langosta – unos 5 o 6 faluchos con vela latina – tienen de 2 a 3 toneladas de arqueo, mientras que los que se dedican a la pesca de la Rachá (nombre que viene de raya), alcanzan las 5 a 6 toneladas”.
Urios, G., Nachtwey, J., Traducción, Columbretes, 1895, Ed. Exmo. Ayto. Castellón, 1990