“Salvaje en la inclinación de sus precipicios y aún más salvaje en la fuerza impetuosa del mar, que se rompe hacia los mismos en días de tempestad, sale Ay Sostis como un enorme miliario desde el mar. También el soplo de las leyendas anima sus peñascos. Dentro de la profunda sombra de su barranco hay una aislada capilla dentro de la cual gotea el agua desde arriba como un obsequio sagrado y que recuerda a la persecución de los viejos tiempos. Con devoción pasan en días de calma los marineros por este curioso y alto acantilado y saludas el lugar donde se revelaba la protección el cielo.”
“Apenas existe otro lugar de la costa alrededor de Parga que llama tanto la atención que los precipicios abruptos de Franko Pidima con el cabo que sale como un pico. Y aún parecen más imponentes aquellos si uno escucha diversos lóbregos cuentos de su pasado oscuro, relacionados con los mismos.”
El pantano de la isla desde el mar
“El eterno beso del mar mordió también la piedra. Como setas salen algunas islas desde el mar, cuyas partes superiores resisten aún con fuerza las olas de tempestad que los sobrepasan en algunos días. Solo en días tranquilos y sin viento uno se puede acercar a ellas y contemplar en su sombra la vida marina animal y vegetal que se desarrolla en ellas.”
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