“La mayoría de las casas tenía anteriormente un muro alrededor con un jardín adjunto, y cada casa parecía una fortaleza con aspilleras en todos los lados para que los habitantes pudiesen atacar a sus agresores. La entrada habitual se encontraba arriba de unos escalones, que bajaban hacia aquella parte que se podría llamar sótano y desde donde se podía subir a la primera planta a través de una trampilla, sirviendo aquella como seguro extra contra un ataque del enemigo.”
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