“En los viejos tiempos Parga poseía numerosos costeros que llevaban el comercio entre el pueblo y las costas e islas vecinas, sobre todo con Corfú. Hoy en día quedan muy pocos; el viejo y ruinoso muelle en cuyo interior se acumula arena, no ofrece bastante protección en los días de tormenta y por eso tienen que buscar refugio en el puerto de Ayos Joannis, sobre todo en invierno. Los costeros de vapor que llegan a Parga han absorbido casi todo el comercio de importación e exportación.
Sobre todo la sociedad de Puglia ha conseguido la confianza de casi todos los comerciantes de la zona. Los portes bajos y la circunstancia de que pueden llegar bastante cerca al muelle de embarcación gracias a sus pequeños barcos de vapor lo han favorecido. Algunas veces llega aún un barco cargado de animales desde Corfú. Hoy en día hay un KAIKIA más grande que fue construido en Parga y algunas GAITAS construidas por constructores de buques de Paxos.”
“También hay algunos barcos pequeños que cumplen con el servicio dentro del puerto. La Puglia tiene sus propias gabarras y su tripulación para la carga y descarga, en cambio las otras compañías tienen que emplear las gabarras que hay por aquí que suelen tardar mucho y en caso de mal tiempo no prestan servicio. Existen unos 30 CABOTAGE-barcos en Parga, incluso las cinco gabarras, que hacen el servicio del embarque y desembarque de la mercancía del y al barco de vapor; los otros barcos están destinados a los pasajeros o se emplea para una excursión en velero o barco de remos a lo largo de la costa. También hay algunos que viajan hasta Paxos.”
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