“La recogida de moluscos ha cobrado gran importancia en los últimos tiempos en el puerto de Mahón. Mariscadors de cavar se llama a la gente que con un trozo de plancha de madera o un listón plano remueven el lodo de la ribera baja para coger los moluscos que allí encuentren. Menorca es ciertamente famosa por su marisc conocido en todas partes por su cuantía y buen sabor. En Mahón se consume mucho marisc a diario y los vapores se llevan toda la cantidad posible a Barcelona. Estos moluscos se expiden en vivo. Todo ello, como bien se comprenderá, incrementa el número de mariscadors y su afán por coger el máximo, de forma que la desaparicion de algunas especies es inevitable.
Hasta el presente se han hecho dos intentos de criar ostras artificialmente en el puerto de Mahón, pero sin éxito; fueron víctimas de una epidemia, por lo que se dicidió abandonar la cría de ostras y dedicar el espacio del criadero de ostras a la cría de escupiña gravada (Venus verrucosa); éstas son muy apreciadas y su precio ha subido mucho después de la desaparición de las ostras”.
Archiduque Luis Salvador, Menorca, 1897, La Foradada, 2000