La lengua de los ibicencos es el mallorquín; el castellano se usa muy poco, y se calcula que en toda la isla apenas suman dos o tres mil las personas que lo dominan. Éstas viven en su mayoría en la ciudad, aunque ello no significa en modo alguno que todos los pobladores urbanos se encuentren en esa situación, pues son numerosísimos los que desconocen la lengua oficial de la nación. Cierto es que quienes la hablan la dominan en grado mucho más elevado, según se afirma, que los más de los baleáricos de las otras islas. Sin embargo, los ibicencos jamás hacen uso del castellano entre ellos, empleándolo exclusivamente en su trato con aquellos funcionarios que no se han familiarizado todavía con el dialecto. En lo que hace al campo, nadie, salvo maestros y curas, conoce el idioma de la Península.
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Primera parte: Las Antiguas Pitiusas. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
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